Estimado Sr. D. José Luis Rodríguez Zapatero,

Me dirijo a usted en calidad de presidente de la Federación de Jóvenes Investigadores (FJI/Precarios) para transmitirle la absoluta decepción de nuestro colectivo por el errático rumbo de la política científica (si es que puede llamarse así) de su Gobierno durante esta legislatura.

A día de hoy, el Manifiesto por la investigación, promovido por nuestra Federación y suscrito por varios miles de científicos de todos los niveles, que presentamos en mayo de 2006, sigue teniendo total vigencia y constituye una deprimente foto fija de nuestro sistema de I+D+i: deficiente gestión de los recursos materiales, una carrera profesional que es simplemente una carrera de obstáculos, miles de científicos privados de los derechos sociales y laborales más básicos, etc.

Somos conscientes de que España no puede permitirse perder el tren de la I+D+i y por eso le exhortamos a que, como Presidente del Gobierno, asuma su responsabilidad y lidere, desde ya, un cambio de rumbo que mejore la desastrosa situación actual, adoptando soluciones inminentes a los graves problemas que le señalamos en esta carta, que son una muestra de la precaria situación de la investigación en nuestro país.

En primer lugar, nos gustaría recordarle unas declaraciones suyas al diario El País hace casi 5 años (29 de noviembre de 2002), en las que manifestaba que es imprescindible que la sociedad asuma que los investigadores son trabajadores y que los científicos no pueden seguir en una situación de explotación. Lamentablemente, los buenos propósitos que usted manifestaba en la oposición se han quedado en el baúl de los recuerdos tras su acceso al Ejecutivo.

Su Gobierno, irónicamente autocalificado como “de progreso” y como “el gobierno de la extensión de los derechos sociales”, ha excluido conscientemente del ámbito de aplicación del Estatuto del Personal Investigador en Formación a miles de científicos, que siguen financiados con beca y sin ningún tipo de derechos laborales ni sociales, sin lujos como cotización a la Seguridad Social, derecho a baja médica, permiso por maternidad, derecho a desempleo, acceso a formación y protección frente a riesgos laborales y un largo etcétera que avergonzaría a cualquier dirigente con un mínimo de compromiso social.

A pesar de llenarse la boca con la convergencia con Europa, se ignoran las recomendaciones de la Comisión Europea, que claramente señala que el investigador es un profesional desde el comienzo de su carrera, a nivel de postgrado: ¿convergencia con Europa, pero sin Europa?

Su Gobierno tiene pendiente, con carácter inmediato, la reforma del Estatuto del Personal Investigador “en Formación” (EPIF) para garantizar que todos los investigadores españoles estarán amparados por la Seguridad Social y para solucionar la surrealista discriminación entre los investigadores predoctorales de primer y segundo año y los de tercer y cuarto: a pesar de realizar el mismo trabajo, sólo estos últimos tienen derecho a contrato laboral, contradiciendo las recomendaciones europeas y la equidad de la ley.

Le exigimos, señor Rodríguez Zapatero, que dé instrucciones para que el Ministerio de Educación y Ciencia cumpla la ley y proceda de inmediato a la contratación de los doctores destinados en el extranjero dentro de su programa de ayudas postdoctorales. Es kafkiano que se siga considerando como estudiantes a los poseedores del máximo grado académico y que el MEC diga que no le es posible legalmente contratar, cuando otros organismos están demostrando que pueden hacerlo sin problemas.

Es imprescindible que su Gobierno diseñe una carrera investigadora sólida, que permita la promoción profesional, no presente discontinuidad y vacíos entre las distintas etapas, ofrezca unas condiciones sociolaborales y retributivas dignas y garantice la estabilidad de los investigadores que hayan superado las evaluaciones oportunas.

Señor Presidente, un sistema de I+D+i competitivo no se construye a base de fichajes de científicos-estrella ni de inauguraciones mediáticas de edificios. Es necesario pensar en las personas y garantizar que éstas se encuentran en unas condiciones que le permitan llevar a cabo su trabajo con comodidad. Lamentablemente, todavía investigar en España es llorar y optar por la profesión científica en nuestro país conlleva todavía una intolerable carga de sacrificios. Con carácter de urgencia, su Gobierno debería considerar lo siguiente:

- Las convocatorias de las ayudas tienen que coordinarse entre sí y con el calendario académico. Los plazos de resolución deben disminuir radicalmente (7 meses de media para las ayudas postdoctorales).

- Deben fomentarse las ayudas a los grupos para la contratación de personal, lo que permitirá agilizar el procedimiento, ajustarse mejor a las necesidades del grupo, cubrir al investigador mientras no se resuelven otras ayudas, etc.

- Las retribuciones de los investigadores tienen que estar en consonancia con el salario de los titulados superiores de la Administración Pública: hoy en día, los predoctorales del MEC no llegan ni a mileuristas. Las ayudas para desplazamientos postdoctorales rozan el umbral de la pobreza en diferentes países.

- Los investigadores que hayan superado las evaluaciones oportunas tienen que tener acceso a un puesto estable. ¿Cómo podemos construir un sistema de I+D+i si no aspiramos a consolidar a los mejores científicos?

Es ahora el momento, señor Rodríguez Zapatero, de que su Gobierno diga claramente si su apuesta por la investigación es simplemente de boquilla o si realmente tiene la voluntad de crear una política científica seria, comparable a la de los países más avanzados de nuestro entorno. ¿Va a dar derechos sociales y laborales a todos los investigadores? ¿Va a adoptar la Carta Europea del Investigador? ¿Va a priorizar la inversión en recursos humanos?

¿Organizará una carrera investigadora sólida? Si no, siempre nos quedará coger la maleta y emigrar hacia los países del que inventen ellos.

Barcelona, 13 de noviembre de 2007
David González Gálvez
Presidente de la Federación de Jóvenes Investigadores